Que ninguna empresa tenía previsto una disrupción en el negocio como la que está originando estos días el COVID-19 es algo evidente. Durante el Análisis de Riesgos y las pruebas del Plan de Continuidad de Negocio, es habitual simular una evacuación, un corte de carretera que afecte a nuestra cadena de distribución, un problema con un proveedor que impacte en la producción… pero no un evento de tal magnitud que envíe a todo el personal a sus casas durante 30 días (en el mejor de los casos), y no solo a nuestro personal, sino también al personal de proveedores, transportistas y, por supuesto, clientes.
Tener una buena política de teletrabajo con todo lo que ello implica no es sencillo. No solo los empleados tienen que disponer de un dispositivo portátil o que los recursos de la empresa sean accesibles desde cualquier punto, hay que ofrecer todos estos servicios con Seguridad. Y cuando hablamos de ‘Seguridad’ nos referimos al significativo global de este término, el cual engloba 3 componentes: Confidencialidad, Integridad y Disponibilidad.
De poco sirve tener un terminador VPN que permita acceder a los usuarios a los servidores corporativos (y el cual hemos probado en diversas ocasiones tal y como tenemos reflejado en nuestro Plan de Continuidad de Negocio o PCM) si en casos como este se encuentra saturado ya que nunca lo habíamos probado con tantos usuarios conectados.
Tampoco sirve que tengamos ‘ordenadores-botiquín’ sin que alguien se haya preocupado por ellos durante el tiempo de parada y ahora el usuario se encuentre en su casa de brazos cruzados esperando a que el ordenador aplique parches de seguridad desde tiempos inmemoriales porque no permite ni siquiera arrancar.
Otras empresas han optado por recomendar al empleado que utilice sus propios dispositivos para acceder. Puede parecer buena idea ya que de esta forma no hay que suministrar ordenadores portátiles, pero ¿y si empleado tiene un ordenador que no funciona correctamente o infectado por algún virus que intenta propagarse por la red corporativa?
En cualquier caso, esta crisis ha dejado al descubierto no solo lagunas en lo que a nuestros sistemas de información se refiere, también en la definición (y en algún caso hasta en la detección) de nuestros procesos de negocio, falta de procedimientos internos (o falta de actualización de los mismos), en formación del personal y en un manejo de la crisis de forma correcta por la gerencia.
Aunque este último punto mencionado parezca el menos importante, la gestión de la crisis puede hacer que nuestra empresa proyecte al mundo una buena imagen y nos marque como diferenciadores en un mercado donde evidentemente no somos los únicos. Si la gente de Marketing y Gerencia son capaces de definir un mensaje claro y alentador y, sobre todo, los empleados son conscientes de este mensaje, se sentirán respaldados y con fuerzas para teletrabajar desde casa pese a que los niños estén correteando por el pasillo o colgando de la lámpara para quemar todas esas energías que tienen los niños encerrados en casa. Si por el contrario no hay un mensaje claro y todo lo que llega de Gerencia son mensajes del tipo ‘vamos a morir todos’, los empleados sin querer proyectarán también esa imagen y nuestros clientes la percibirán en su día a día, por lo que estaremos condenando nuestra empresa al fracaso.
Lo sabemos, demasiadas cosas que tener en cuenta y muy poco tiempo para pensar en todas ellas desde que hace unos días se estableciera el Estado de Alerta, por lo que lo mejor en estos casos es respaldarse con alguien con experiencia en Continuidad de Negocio que nos ayude a que este momento impacte lo menos posible en el día a día de nuestra organización.
¿Cómo podemos ayudarte?
En Qualipharma tenemos la experiencia para ayudarte en el planteamiento e identificación de las actividades necesarias con el fin de que tu Organización sea capaz de reponerse frente a incidentes de Continuidad de Negocio.
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